Mojácar se ha convertido, un año después de acceder a la Alcaldía, en un hervidero de rumores de la más diversa índole con epicentro en el actual titular, Francisco García, y su antecesora en el cargo, Rosmari Cano, algo que no resulta extraño por la personalidad política de la ex-alcaldesa.
Para alguno no está resultando extraño, aunque en apariencia se considera normal que las desavenencias no vayan más allá, por ahora, de distintas opiniones, aunque nada es descartable conociendo la historia política de Mojácar durante la etapa democrática, durante la que llegó a alcanzar, en algún momento, el mayor grado de inestabilidad política.