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Las DANAs también dejan huella bajo el mar

Marta Aparicio

Los fenómenos extremos como las DANAs impactan en la vida submarina y aceleran la degradación de los ecosistemas costeros.Expertos alertan de que regenerar los fondos marinos es clave para reforzar la resiliencia del litoral frente al cambio climático.España lidera soluciones pioneras en Europa para recuperar la salud del océano.
España acaba de vivir un nuevo episodio de lluvias torrenciales asociado a la DANA “Alice”, que ha afectado especialmente a las regiones del Levante. Aunque es un fenómeno que se da en el Mediterráneo, la intensidad y frecuencia aumenta. Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), marzo de 2025 fue el tercer mes de marzo más lluvioso desde que hay registros (1961), con una precipitación media peninsular de 148,8 litros por metro cuadrado, un 251 % por encima de lo normal. Además, hace justo un año, la DANA de octubre de 2024 dejó un balance catastrófico en la Comunidad Valenciana y otras zonas del este peninsular.Estos episodios extremos son una de las manifestaciones más visibles del cambio climático. Pero su impacto más silencioso ocurre bajo el agua.Las tormentas no solo erosionan playas o dañan infraestructuras: también alteran la vida en el fondo del mar. Según distintos estudios oceanográficos como el desarrollado por la Universidad de Florida (Effects of Stormwater Runoff on Coastal Habitats, 2021), las lluvias intensas y las riadas costeras provocan un aumento drástico de la turbidez, cambios en la salinidad y un exceso de nutrientes que pueden asfixiar ecosistemas marinos frágiles como las praderas de posidonia, los fondos rocosos o los arrecifes naturales. Las olas pueden, con su efecto, arrancar especies fijadas al fondo o enterrarlas. En zonas como el Mar Menor o el Delta del Ebro, se han documentado aumentos de sedimentos y nutrientes que reducen la luz y el oxígeno disponibles, afectando a la biodiversidad y favoreciendo procesos de eutrofización.“Cada tormenta extrema es, en realidad, una prueba de estrés para el sistema marino”, explica Clara García, buzo profesional, bióloga marina y coordinadora de proyectos de Underwater Gardens International (UGI). “Los fondos costeros degradados no pueden absorber ni mitigar los impactos, lo que genera un efecto dominó: pérdida de hábitats, menos capacidad natural de defensa y más vulnerabilidad frente al siguiente episodio.” En condiciones normales, los hábitats se recuperan, como en el caso de los incendios, pero una excesiva frecuencia impide la rápida restructuración de la funcionalidad”.Desde UGI, organización dedicada a la restauración y regeneración de ecosistemas marinos, subrayan que reforzar la salud del fondo marino es tan esencial como adaptar las infraestructuras en superficie. La entidad trabaja para recuperar la funcionalidad ecológica de los ecosistemas costeros, combinando ciencia, ingeniería y diseño para desarrollar hábitats submarinos que sirvan de refugio, protección y base de biodiversidad. Su trabajo ha permitido convertir espacios portuarios o urbanos en puntos activos de regeneración donde se han instalado arrecifes modulares que ya albergan más de un centenar de especies marinas.También su tecnología ha llegado más allá del Mediterráneo, con proyectos en curso en países del norte de Europa, como Noruega, donde la innovación española está contribuyendo a regenerar ecosistemas afectados por el cambio climático.En este sentido, España se ha convertido en un referente europeo en innovación aplicada a la regeneración marina, con proyectos pioneros liderados desde el Mediterráneo.
Entre ellos, destaca el caso del Port Olímpic de Barcelona, donde la instalación de arrecifes modulares y soluciones basadas en ciencia ha permitido aumentar la biodiversidad y recuperar comunidades bentónicas en un entorno urbano. También la expansión de esta tecnología a otros escenarios europeos, como la costa de Noruega, demuestra la creciente proyección internacional de la regeneración marina “made in Spain”.“El mar no solo necesita ser protegido; necesita ser regenerado”, añade García. “Si queremos costas más seguras, mares más vivos y comunidades más resilientes, debemos invertir en devolverle al océano su capacidad de autorecuperación.”La regeneración marina no es una solución futurista, sino una respuesta real y urgente a un problema que ya está aquí. Frente a un clima cada vez más imprevisible, la salud del fondo marino puede marcar la diferencia entre un litoral vulnerable y un litoral preparado.Sobre Underwater Gardens International (UGI)Underwater Gardens International (UGI) es una empresa dedicada a la restauración, conservación y regeneración de los ecosistemas marinos, fundada en 2016 y con sede en Barcelona, España. Combina ciencia, tecnología y creatividad para dar respuesta a los grandes desafíos del océano, como el cambio climático, la pérdida de hábitats y el agotamiento de recursos marinos.UGI trabaja a escala internacional, colaborando con universidades, centros de investigación y administraciones públicas para construir soluciones duraderas y transformadoras para el océano.

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