A pesar de los considerables avances realizados en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación atmosférica, el estado general del medio ambiente en Europa no es bueno, especialmente el de la naturaleza, que sigue enfrentándose a la degradación, la sobreexplotación y la pérdida de biodiversidad. Los efectos de la aceleración del cambio climático representan también un reto urgente, según el informe más completo sobre el «estado del medio ambiente» de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), publicado hoy. Las perspectivas de la mayoría de las tendencias medioambientales son preocupantes y plantean riesgos importantes para la prosperidad económica, la seguridad y la calidad de vida de Europa.
En el informe se destaca que el cambio climático y la degradación del medio ambiente suponen una amenaza directa para la competitividad de Europa, que depende de los recursos naturales. Por otra parte, el documento incide en que la consecución de la neutralidad climática de aquí a 2050 también depende de que se realice una gestión adecuada de la tierra, el agua y otros recursos. La protección de los recursos naturales, la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo, así como la reducción de la contaminación, aumentarán la resiliencia de las funciones sociales vitales que dependen de la naturaleza, como la seguridad alimentaria, el agua potable y la defensa contra las inundaciones.
El informe insta a intensificar la aplicación de políticas y medidas de fomento de la sostenibilidad a largo plazo ya acordadas en el marco del Pacto Verde Europeo.
Estas acciones se ajustan a las prioridades de la Brújula para la Competitividad de la Comisión Europea en materia de innovación, descarbonización y seguridad.
El informe de 2025 sobre el medio ambiente de Europa (https://www.eea.europa.eu/en/europe-environment-2025/main-report) es el análisis más completo sobre el estado actual y las perspectivas del medio ambiente, el clima y la sostenibilidad en el continente, y se basa en datos de 38 países. El informe destaca que la Unión Europea es líder mundial en la lucha contra el cambio climático, al haber reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de combustibles fósiles, y haber duplicado la cuota de energías renovables desde 2005. También se ha avanzado considerablemente en la mejora de la calidad del aire, en el aumento del reciclado de residuos y en la eficiencia en el uso de los recursos en los últimos 10-15 años. Los avances en una serie de factores que contribuyen a la transición hacia la sostenibilidad, como la innovación, el empleo ecológico y las finanzas sostenibles, también son motivo de esperanza.
La vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, ha afirmado: «Este informe es un claro recordatorio de que Europa debe mantener el rumbo e incluso debemos acelerar nuestras ambiciones climáticas y medioambientales. Los recientes fenómenos meteorológicos extremos demuestran lo frágiles que se vuelven nuestra prosperidad y nuestra seguridad cuando se degrada la naturaleza y se intensifican los impactos climáticos. Retrasar o posponer nuestros objetivos climáticos no haría sino aumentar los costes, profundizar en las desigualdades y debilitar nuestra resiliencia. La protección de la naturaleza no es un coste. Es una inversión en competitividad, resiliencia y bienestar de nuestra ciudadanía. Si ampliamos nuestras actuaciones ahora, podemos construir una Europa más limpia, más justa y resiliente para las generaciones futuras».
En declaraciones de la comisaria de Medio Ambiente, Resiliencia Hídrica y Economía Circular Competitiva, Jessika Roswall, «Aunque se han producido avances, el estado de nuestro medio ambiente es un claro llamamiento a la acción para seguir reduciendo la contaminación, restaurar la naturaleza y proteger la biodiversidad. Tenemos que replantearnos el vínculo entre el medio ambiente y la economía y considerar la protección de la naturaleza como una inversión, no un coste. Una naturaleza sana es la base de una sociedad sana, una economía competitiva y un mundo resiliente, razón por la cual la UE se compromete a mantenerse firme en relación con nuestros compromisos medioambientales».
Según el comisario de Clima, Cero Emisiones Netas y Crecimiento Limpio, Wopke Hoekstra, «este informe refuerza la urgente necesidad de que la UE mantenga sus firmes ambiciones climáticas. Europa —el continente que más rápido se está calentando— acaba de ser testigo de primera mano del devastador efecto del cambio climático, con los graves incendios forestales que arrasaron parte de su territorio en verano. Los costes de la inacción son enormes, y el cambio climático supone una amenaza directa para nuestra competitividad. Mantener el rumbo es esencial para salvaguardar nuestra economía».
En palabras de la directora ejecutiva de la AEMA, Leena Ylä-Mononen, «No podemos permitirnos rebajar nuestras ambiciones en materia de clima, medio ambiente y sostenibilidad. Nuestro informe sobre el estado del medio ambiente, elaborado conjuntamente con 38 países, expone claramente los conocimientos basados en la ciencia y demuestra por qué tenemos que actuar. En la Unión Europea tenemos las políticas, las herramientas y los conocimientos, así como décadas de experiencia para trabajar juntos hacia nuestros objetivos de sostenibilidad. Lo que hagamos hoy marcará nuestro futuro».
Retos complejos por delante
La biodiversidad está disminuyendo en todos los ecosistemas terrestres, marinos y de agua dulce de Europa debido a las persistentes presiones derivadas de unos modelos de producción y consumo insostenibles, que se manifiestan sobre todo en el sistema alimentario. De cara al futuro, se prevé que continúe el deterioro del estado de la biodiversidad y los ecosistemas europeos, y es improbable que para 2030 se alcancen los objetivos políticos acordados, según se recoge en el informe.
Del mismo modo, los recursos hídricos de Europa se encuentran sometidos a una fuerte presión, y el estrés hídrico afecta a un tercio de la población y el territorio europeos. Según el informe, mantener unos ecosistemas acuáticos sanos, proteger las cuencas fluviales y garantizar el reabastecimiento de los recursos de aguas subterráneas es crucial para garantizar la futura resiliencia hídrica de Europa.
En cuanto al cambio climático, Europa es el continente que más rápidamente se calienta. El clima está cambiando a un ritmo alarmante, poniendo en peligro la seguridad, la salud pública, los ecosistemas, las infraestructuras y la economía. La creciente frecuencia y magnitud de las catástrofes relacionadas con el clima, así como el conocimiento de que el clima seguirá cambiando incluso a pesar de los ambiciosos esfuerzos de mitigación de la UE, ponen de relieve la urgente necesidad de adaptar la sociedad y la economía europeas, garantizando al mismo tiempo que nadie se quede atrás.
Según el informe, estos grandes retos exigen un replanteamiento de los vínculos entre nuestra economía y el entorno natural, la tierra, el agua y los recursos naturales. Solo mediante el restablecimiento del entorno natural en Europa será posible mantener una economía competitiva y una alta calidad de vida para la ciudadanía europea.
Ampliación y extensión
Se requiere urgentemente un cambio transformador en los sistemas de producción y consumo —descarbonización de la economía, cambio hacia la circularidad, reducción de la contaminación y ejercicio de la gestión responsable de los recursos naturales—, recoge el informe. Las políticas de la UE, incluido el Pacto Verde, ofrecen una vía clara hacia la sostenibilidad.
El informe señala específicamente los esfuerzos para restaurar los hábitats a través de soluciones basadas en la naturaleza, que reforzarán la resiliencia y contribuirán a los esfuerzos de mitigación del cambio climático y adaptación a este. También hace hincapié en la necesidad de descarbonizar los sectores económicos clave, especialmente el transporte, y de hacer frente a las emisiones procedentes de la agricultura. El aumento de la circularidad tiene el potencial de reducir la dependencia de Europa de las importaciones de energía y materias primas fundamentales. Además, invirtiendo en la transición digital y ecológica de la industria europea, Europa puede aumentar la productividad y convertirse en líder mundial en innovación ecológica, desarrollando tecnologías para descarbonizar industrias difíciles de abandonar como la del acero y el cemento.
España se encuentra en una posición privilegiada para liderar esta transformación, gracias a sus abundantes recursos renovables y a su sólida capacidad humana, tecnológica e industrial. Al priorizar tanto la eficiencia energética como la expansión de las energías renovables, España está preparada para asumir un papel de liderazgo en la transición verde de la UE y contribuir significativamente a los esfuerzos globales para lograr la neutralidad de carbono para 2050. Actualmente se están produciendo avances en la adaptación al cambio climático mediante políticas que buscan evitar o reducir los daños presentes y futuros, y construir una economía y una sociedad más resilientes.
Al mismo tiempo, España está desarrollando políticas para impulsar la transición hacia una economía circular, un modelo que busca minimizar los impactos negativos de la generación y gestión de residuos en la salud humana y el medio ambiente, reduciendo así la presión sobre los recursos naturales y limitando el impacto ambiental. Además, España trabaja activamente para proteger y restaurar sus ecosistemas naturales y su biodiversidad, así como para reducir sus niveles generales de contaminación. Sin embargo, a pesar de los avances logrados, aún queda mucho por hacer para alcanzar plenamente estos objetivos.
Contexto
La AEMA publica un informe sobre el estado del medio ambiente cada cinco años, conforme a lo dispuesto en su Reglamento. El medio ambiente en Europa 2025 es el séptimo informe de este tipo publicado por la AEMA desde 1995. Ofrece información sólida, con fundamento científico, sobre cómo debemos responder a los enormes y complejos desafíos a los que nos enfrentamos, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación del aire y del agua. El informe ha sido elaborado en estrecha colaboración con la Red Europea de Información y de Observación sobre el Medio Ambiente (Eionet) de la AEMA. Está basado en los amplios conocimientos técnicos de destacados expertos y científicos del ámbito del medio ambiente de la Eionet, de los 32 países miembros de la AEMA y seis países cooperantes.