Durante décadas, Andalucía fue un referente en sanidad pública. Teníamos los mejores profesionales, un sistema de detección precoz que salvaba miles de vidas y una confianza colectiva en que nadie se quedaría atrás. Hoy esa confianza se ha roto.
Lo que ocurre con el cribado del cáncer de mama es la consecuencia directa de un Partido Popular que lleva años desviando recursos de la sanidad pública hacia la privada, desmantelando lo que tanto costó construir: una sanidad fuerte, cercana y humana.
Tenemos una atención primaria colapsada, listas de espera disparadas y diagnósticos que llegan tarde. Hoy, miles de mujeres viven con la angustia de no saber si tienen un cáncer. Han acudido a sus revisiones y siguen sin conocer el resultado. Algunas lo descubrieron un año después, otras nunca fueron avisadas, y otras fallecieron.
Frente a esta tragedia, el Gobierno andaluz reaccionó con una frialdad insoportable. Primero dijeron que eran “tres o cuatro casos”, luego, más de dos mil. ¿En qué momento se pierde la empatía hasta reducir a cifras lo que son vidas truncadas? Queremos saber cuántas hay en Almería. Queremos saber la verdad.
El presidente de la Junta, en un alarde de paternalismo, justificó que no se avisara “para no crear ansiedad”. Como si las mujeres fuéramos unas histéricas incapaces de soportar la verdad. Prefiero la ansiedad de saber a la angustia de no saber si tengo cáncer. Lo que genera ansiedad no es la verdad, es el abandono institucional.
Después, Moreno Bonilla salió en comparecencia con cara de no haber roto un plato, cesó a la consejera y dio por cerrado el asunto. Pero no se trata de limpiar la imagen, se trata de salvar vidas. Luego mintió culpando a gobiernos anteriores. Antes, cuando una mujer se hacía una mamografía, la avisaban del resultado. Lo que ha fallado no es la norma, es la gestión.
Exigimos al Gobierno andaluz que dé respuesta inmediata a todas las mujeres afectadas, porque esto no es un error técnico: es una emergencia social con rostro de mujer. Y la responsabilidad tiene nombres y apellidos: Juan Manuel Moreno Bonilla.