Estas poblaciones se unen a Pulpí (Almería), Chiclana (Cádiz), Baeza y La Carolina (Jaén), Guillena y Gerena (Sevilla) en esta situación
El sistema de vigilancia detecta un caballo infectado con VNO en una finca a más de 1,5 kilómetro del núcleo urbano de Antequera, que se queda en riesgo alto
Salud descarta nuevos casos en humanos tras realizar estudios de laboratorio a 323 personas y resultar todos negativos
La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía ha declarado área en alerta el municipio sevillano de La Luisiana, el barrio malagueño de Tarajal y la pedanía Tahivilla de Tarifa (Cádiz) tras confirmarse la circulación del virus del Nilo occidental (VNO) en mosquitos Culex procedentes de una trampa situada en las proximidades del núcleo de población.
Salud y Consumo ha decretado esta medida tras recibir por parte del laboratorio que realiza la identificación de especies de mosquitos, densidad y presencia del virus del Nilo occidental los resultados de los análisis realizados a un lote de mosquitos capturados en las trampas situadas en estos municipios. Una vez realizada la evaluación epidemiológica de este hecho, teniendo en cuenta la distancia a núcleos de población y las condiciones ambientales, y de acuerdo con lo establecido en el vigente Programa de vigilancia y Control integral de vectores de la Fiebre del Nilo occidental de Andalucía, la Consejería de Salud ha decretado declarar el área de alerta en estos municipios durante cuatro semanas consecutivas sin que se evidencie nueva circulación del virus del Nilo occidental, esto es hasta el 5 de noviembre.
Las delegaciones territoriales de Salud y Consumo de Sevilla, Cádiz y Málaga han informado de esta situación a los ayuntamientos afectados y a las distintas diputaciones.
La declaración del área en alerta, por un periodo mínimo de cuatro semanas o hasta que durante un periodo equivalente no se declaren nuevos casos ni se detecte la circulación del virus en los mosquitos vectores de esta enfermedad, aves o équidos en este territorio, supone intensificar las tres vigilancias (entomológica, animal y humana) en la zona, activar las acciones de promoción en centros educativos y residencias del entorno y reforzar las acciones de comunicación a la ciudadanía a través de farmacias comunitarias y enfermería para que adopte las medidas de protección necesarias frente al VNO.
Por su parte, la administración local debe intensificar las medidas de control y tratamiento de mosquitos transmisores de la enfermedad durante el periodo que el área esté en alerta. Así, debe intensificar las medidas contempladas en su Plan Municipal de vigilancia y Control de vectores transmisores del virus del Nilo Occidental, no solo en los núcleos de población sino también en aquellos lugares o localizaciones situados a no más de 1,5 kilómetros identificados como focos larvarios o refugios de adultos.
La Luisiana, el barrio Tarajal de Málaga capital y el núcleo urbano de Tahivilla en Tarifa se unen en esta situación a Pulpí (Almería), que debe permanecer en alerta hasta el 16 de octubre; el municipio gaditano de Chiclana de la Frontera, hasta el 23 de octubre; los jienenses de Baeza, hasta el 24 de octubre, y La Carolina, hasta el 5 de noviembre; y los sevillanos de Guillena, hasta el 13 de octubre, y Gerena, hasta el 28 de octubre.
La vigilancia humana, entomológica y animal del virus del Nilo occidental (VNO), incluidas en el Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental para 2025 de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, ha confirmado circulación del virus en Antequera (Málaga) tras la detección de un caballo con fiebre del Nilo occidental, si bien, en una cuadra ubicada a más de 1,5 kilómetros del núcleo de población, por lo que se mantiene en nivel de riesgo alto.
Por otro lado, la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica ha descartado nuevos casos confirmados en humanos de fiebre del Nilo occidental (FNO), tras haber realizado estudios de laboratorio para descartar infección por virus del Nilo en un total de 323 usuarios y todos han resultado negativos. De este modo, hasta este momento, se han registrado un caso confirmado de un adulto en Mojácar (Almería), y un caso probable, de un menor en Andújar (Jaén). Ambos han superado la enfermedad sin secuelas.
De los resultados de la información de vigilancia entomológica de la Consejería y la integración de los datos aportados por la Estación Biológica de Doñana-CSIC, el Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva y las distintas diputaciones provinciales, con un total actual de 200 trampas instaladas, en cuanto a las densidades de mosquitos observadas en las últimas capturas disponibles, se ha observado abundancia en los municipios de La Puebla del Río (Brazo del Este, zona de Dehesa de Abajo, Cañada de los Pájaros y núcleo urbano) e Isla Mayor, en la provincia de Sevilla; nivel elevado en las trampas situadas en Estepona (Málaga) y Coria del Río, Palomares del Río y Villamanrique de la Condesa (Sevilla); nivel moderado en los municipios de Cantoria (Almería), Barbate y San José del Valle (Cádiz), Motril (Granada), Andújar, Lopera, Jaén y Navas de San Juan (Jaén), Mijas y Málaga (Málaga) y Benacazón (Sevilla). El resto de las trampas dispuestas en el territorio aportan valores con presencia baja.
Recomendaciones: cuidado de las piscinas fuera de temporada
Por este motivo, Salud y Consumo, ante el incremento de positividades detectados estas primeras semanas de octubre, pide tanto a las administraciones competentes como a la ciudadanía no relajarse en la adopción de medidas de protección y prevención.
Así, la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica incide en la necesidad de usar repelentes de mosquitos registrados y de uso tópico, cubrir la mayor parte del cuerpo con ropa clara, evitar los olores intensos (perfumes, jabones aromatizados…) porque atraen a los mosquitos y procurar no salir al amanecer y al atardecer, que son los momentos de máxima actividad de mosquitos.
Asimismo, Salud anima a reforzar las medidas domésticas: instalar mosquiteras, usar insecticidas domésticos/repelentes ambientales o apagar las luces si no son necesarias, porque la luz atrae a los mosquitos.
Otra medida fundamental es evitar generar zonas de agua estancada, donde los mosquitos crían sus larvas, por lo que se recomienda mantener adecuadamente las albercas, piscinas y lavaderos y vaciar el agua que pueda acumularse y pasar desapercibida en jardines, macetas, juguetes o cubos.
Especialmente en esta época, en la que ya no se utilizan las piscinas y albercas, propone dejarlas preparadas para la invernada, de modo que se evite convertirlas en focos de cría de mosquitos. Para esto es necesario bien taparlas, bien mantenerlas con niveles de cloro adecuados y alguna recirculación de agua, o, en su caso, vaciarlas.
En el caso de explotaciones ganaderas, se aconseja, igualmente, renovar con frecuencia los bebederos de los animales; evitar el agua de charcos en rodadas de vehículos o caminos, fugas de agua por grifos o conducciones rotas, abrevaderos con fugas o con poca renovación.
Actualización del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la FNO
La Consejería de Salud y Consumo aprobó el pasado febrero la actualización del Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental para la temporada 2025.
Este programa establece que todos los municipios de Andalucía están incluidos en algún nivel de riesgo y, por tanto, todos tienen una necesidad de control del mosquito ya que ningún municipio está exento de riesgo. Los niveles de riesgo se han reducido a tres (bajo, medio y alto) para facilitar su comprensión por parte de todos los implicados, incluida la población, así como las medidas de prevención y control asociadas a cada nivel.
Actualmente, se encuentran en riesgo alto cuatro municipios de Almería; 17 municipios en la provincia de Cádiz, 12 en Córdoba, cuatro en Granada, 15 en Huelva, ocho en Jaén, nueve en Málaga y 43 en Sevilla.
En cuanto a las competencias de cada administración la Ley de Salud Pública de 2011 establece que la evaluación, gestión y comunicación de los riesgos para la salud de la población asociados a las plagas urbanas compete a la Junta de Andalucía, mientras que los tratamientos de desinsectación se deben efectuar por los servicios oficiales de los municipios y, en su caso, de las diputaciones provinciales, de acuerdo con el decreto de la Consejería de Salud 8/1995, así como la Ley de Autonomía Local de Andalucía, de 2010, atribuye a los ayuntamientos el control de la salubridad de los espacios públicos y, en especial, de las zonas de uso público.
Seguimiento por parte de Salud Pública
En marzo se comunicó a todos los municipios su nivel de riesgo y los inspectores de Salud Pública (más de 400 desplegados en toda Andalucía) han venido asesorando técnicamente sobre la puesta en marcha de las medidas de vigilancia y control, así como verificando su implementación.
Estos agentes han realizado hasta la fecha 2.436 verificaciones en un total de 773 municipios. En éstas se ha comprobado que en 259 municipios de nivel de riesgo bajo (71%) se aplica un Plan de Control de Mosquitos (PCM) y/o han realizado alguna actuación relacionada con el mismo. Por otro lado, 228 (62%) de municipios con esos niveles de riesgo adoptan medidas de vigilancia y control adecuadas.
En el caso de municipios con niveles de riesgo medio y alto, un total de 370 (88%) disponen de un Plan Municipal de Vigilancia y Control Vectorial (PMVCV) y/o han realizado alguna actuación relacionada con el mismo. Además, en 340 (81%) de municipios de nivel de riesgo medio o alto se adoptan medidas de vigilancia, control y comunicación adecuadas. En 334 municipios con estos últimos niveles de riesgo se han revisado los imbornales y otros puntos de control.

Los Equipos de proyectos locales de fiebre del Nilo occidental (EPL-FNO) han realizado 1.377 formaciones en las que han participado 52.484 personas. Por tipo de actividad se han desarrollado 494 en centros escolares; 479 acciones comunitarias; 151 de colaboración con profesionales no sanitarios y 253 de colaboración con profesionales sanitarios.