El satélite Sentinel-5 de Copernicus se ha lanzado satisfactoriamente hoy, mediante un cohete Ariane 6, desde el centro espacial de Europa en Kourou (Guayana Francesa). Esto supone un importante avance en la capacidad de Europa para vigilar la contaminación del aire y la salud de la atmósfera a escala mundial.
El Sentinel-5, que ha sido desarrollado gracias a la estrecha colaboración entre la Comisión Europea, la Agencia Espacial Europea, Eumetsat y Arianespace, aportará datos diarios en alta resolución de todo el mundo sobre los contaminantes del aire y los gases traza que se encuentran en la atmósfera. El satélite orbitará la Tierra aproximadamente cada cien minutos.
Una vez puesta en marcha, la misión respaldará políticas medioambientales y climáticas de la UE fundamentales, entre ellas la estrategia de la UE sobre el metano, la Directiva de calidad del aire ambiente y el plan de acción sobre contaminación cero. Los datos que se obtengan serán esenciales para impulsar los esfuerzos dedicados a reducir la contaminación y para mejorar la gestión de la calidad del aire en toda Europa y fuera de ella.
Junto con el Sentinel-4, que es geoestacionario, y la próxima misión de vigilancia del CO2, el Sentinel-5 consolidará aún más el papel de Copernicus como uno de los sistemas de observación de la Tierra más avanzados del mundo, especialmente en el ámbito de la vigilancia atmosférica.
Copernicus es el componente de observación de la Tierra del Programa Espacial de la UE.
Más información en línea sobre la misión Sentinel-5.