Ante el bajo rendimiento de las plantaciones cítricas, la organización reclama renovar variedades y reforzar el seguimiento de las importaciones
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, ha participado este martes, 16 de septiembre en la reunión convocada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) para analizar la situación del sector citrícola de cara a la campaña 2025/26. En el encuentro, la organización trasladó la necesidad urgente de poner en marcha un plan de reconversión citrícola que permita rejuvenecer las plantaciones, mejorar la rentabilidad y adaptar la producción a las demandas del mercado.
Unión de Uniones considera que esta medida se debe implementar urgentemente debido a la antigüedad de muchas explotaciones, con cítricos de más de 25 años, y con factores climatológicos adversos como el pedrisco registrado en julio, que ha provocado daños en la producción.
Aunque los precios actuales en origen se mantienen a niveles positivos, la organización advierte que la rentabilidad de los productores se ve comprometida al disponer de menos cosecha.
Carles Peris, responsable del sector de cítricos de Unión de Uniones y secretario general de Unió Llauradora i Ramadera, advirtió que “la campaña será un 11 % menor que la pasada, la más baja de los últimos 16 años”. Por ello, Unión de Uniones ha insistido en la urgencia de impulsar planes de reestructuración varietal que permitan adaptar la oferta a las demandas del mercado.
La organización ha valorado positivamente el Boletín de seguimiento reforzado de cítricos que elabora el Ministerio de Agricultura, el cual ofrece información detallada de las importaciones de fruta en fresco procedentes de países terceros, pero considera que aún resulta insuficiente. En este sentido, Carles Peris señala que “desde Unión de Uniones hemos propuesto que incluya también a partir de ahora zumo concentrado o cualquier zumo derivado de cítrico, porque tienen mucha importancia para los productores”.

Asimismo, Unión de Uniones subraya que la defensa del sector citrícola pasa por combinar un plan urgente de reconversión de plantaciones con un mayor control de las importaciones y de los riesgos sanitarios que amenazan a la citricultura española, reforzando los controles en la frontera para evitar plagas de cuarentena en la Unión Europea.