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“La Universidad es un reflejo de la sociedad, y ambas deben apoyarse para que Almería siga creciendo”, afirma Miguel García Gallardo  

  • Abogado, convencido de los beneficios del movimiento asociativo, es consejero del Consejo Social de la UAL
  • Reclama mayor dotación de recursos y personal en los juzgados, pues “la justicia, si es lenta, no es justicia”

Cree firmemente en el movimiento asociativo, y por eso, durante su etapa en la UAL se integró en la asociación de estudiantes de Derecho ‘Universitarios de Almería’ (UDA), ha sido el primer presidente de la asociación La Pita, pionera con una caseta ciudadana en la Feria, es socio fundador del bufete Cerezo&Gallardo, y ha recibido con alegría la propuesta de formar parte del Consejo Social de la UAL, a iniciativa del Parlamento de Andalucía.

Hablamos de Miguel Jesús García Gallardo, que recuerda con especial cariño su etapa universitaria. “Empecé mi carrera de Derecho en la Universidad de Almería en el año 1995. No sólo estuve dedicado al estudio y diversión universitaria, sino que tuve la suerte de rodearme con otros compañeros que pensaban, como yo, que podíamos aportar cosas y favorecer el crecimiento de la UAL. En aquella época había una vida asociativa muy activa. En cada carrera existían varias asociaciones, y cada una de ellas ofrecía lo que creía era mejor para la Universidad y ese movimiento estudiantil fue muy positivo para hacer crecer la UAL”.

Esa misma sensación es la que ha sentido al ser designado consejero en el Consejo Social de la UAL. “Personalmente me lleva emocionalmente a mis años en la UAL. He encontrado la forma de volver a cooperar con la Universidad. Considero que la UAL es el fiel reflejo de la sociedad. Es un camino de dos vías, se deben apoyar mutuamente para hacer crecer a nuestra provincia”.

Actualmente es socio fundador del despacho de abogados Cerezo&Gallardo. “Estamos especializados en el derecho bancario y representamos a las entidades que se dedican a la financiación”. En esta línea, quiere desterrar la imagen negativa que a veces suscitan los bancos. “Cuando te conceden el préstamo no tienes una mala opinión de tu banco, surge cuando te reclaman un préstamo porque no has pagado. Es verdad que hemos pasado por una época en la que se debería haber ejercido un mayor control de las condiciones que ofrecían las entidades financieras, son unos desajustes que hoy en día se han subsanado. Pero esa visión desproporcionada de los bancos no es justa. Salvados los problemas con las cláusulas abusivas, las entidades financieras son un agente necesario de la sociedad, que ofrecen productos en condiciones acordes a la realidad del mercado”.

Ahondado en el sector en el que trabaja, Miguel García Gallardo reconoce que “la Justicia está infradimensionada, hay una gran litigiosidad, pero el número de juzgados y la plantilla de jueces, fiscales y funcionarios es insuficiente para atenderla con agilidad. Eso no es positivo, pues no podemos olvidar que la justicia, si es lenta, no es justicia”.

El mundo del derecho, como el resto de la sociedad, está viendo con expectación la llegada de la inteligencia artificial. Miguel García Gallardo reflexiona que “es verdad que yo puedo estar estudiando semanas un tema que la inteligencia artificial me puede resolver en cinco minutos, pero hoy en día aún no es fiable. ¿Cómo se va a integrar en nuestro trabajo diario? no lo sé. Porque yo he hecho uso de la IA, pero la he tenido que corregir. Evidentemente cambiará nuestra forma de trabajar, pero habrá que ver cómo. Por ahora es un complemento para el abogado”.

Su vocación asociativa volvió a renacer hace unos años con el impulso de la asociación La Pita, que monta cada Feria de Almería una de las escasas casetas creadas por los propios ciudadanos. “Es un proyecto que me produce bastante orgullo, es dar cobertura a una necesidad de los padres al recoger a nuestros hijos del colegio, pues en Feria no teníamos ningún sitio para estar a gusto con nuestros hijos. De ahí surgió la idea, y lo más fácil era crear una asociación que montara una caseta, convertida en un punto de encuentro para las familias de Almería. Pero lo que no sabe la gente es que al mediodía, cuando estamos solos los socios, la convertimos en un campo de fútbol, zona de juegos… porque seguimos con la idea de que sea un espacio donde ir con nuestros hijos. La verdad es que es una de las casetas de más éxito en la Feria de Almería”.

Así es Miguel García Gallardo, apasionado del movimiento asociativo, cuando era estudiante, en su vida profesional, en el día a día, y ahora en el Consejo Social de la Universidad de Almería.  

 

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