Modernización de la legislación contra el tabaquismo
La ministra de Sanidad, Mónica García, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros | Pool Moncloa/César Porras
El Consejo de Ministros ha abordado el anteproyecto que modifica la ley de medidas sanitarias contra el tabaquismo. La ministra de Sanidad, Mónica García, ha señalado que se trata de una reforma «profunda» y «esperada», ya que «España ha sido vanguardia de la lucha contra el tabaco». García ha recordado que en 2005 se prohibió fumar en espacios cerrados y en 2010 se hizo en los bares y los restaurantes. «Los tiempos han cambiado, han aparecido nuevos productos y hay unas nuevas necesidades de salud pública», ha argumentado en la presentación de la norma.
La titular de Sanidad ha subrayado también que el tabaco causa 140 muertes al día en España, es decir, 50.000 al año, y que el 30% de los casos de cáncer están relacionados con el factor de riesgo que supone el tabaquismo. La nueva ley regula todos los productos relacionados con el tabaco con contundencia, claridad y de la mano de la evidencia científica. Es una normativa -ha sostenido Mónica García- pensada para la gran mayoría de la población que no fuma, pero también para los fumadores que quieren dejar de serlo.
Más espacios libres de humo y restricciones a la publicidad
La primera clave del anteproyecto es la ampliación de los espacios libres de humo. Cuando se apruebe la norma, no se podrá fumar en las terrazas, una medida que, según ha asegurado la ministra, está respaldada por la ciencia y la mayoría social. La prohibición se extiende a los campus, los patios escolares, las instalaciones deportivas, las piscinas de uso colectivo, los espectáculos públicos, las estaciones de autobuses, los andenes, las marquesinas y los vehículos de uso laboral.
Mónica García ha destacado que, por primera vez, la prohibición afecta a los nuevos dispositivos, los vapeadores y los productos relacionados con el tabaco, que tendrán que respetar igualmente los perímetros de protección de al menos 15 metros alrededor de los centros educativos, sanitarios, culturales o deportivos, así como de los parques y los recintos infantiles.
La ley, en segundo lugar, pone coto a la publicidad, la promoción y el patrocinio de los productos del tabaco y de sus derivados. La publicidad no podrá mostrar a personas fumando o vapeando en ningún medio, incluidas las redes sociales en las que intervengan presentadores, colaboradores o invitados, y tampoco podrán aparecer marcas, logotipos o dispositivos asociados al tabaco y sus productos. Su presencia estará igualmente prohibida en los escaparates. Además, se refuerzan las sanciones: quienes vulneren estas normas se podrán enfrentar a multas severas, de hasta 600.000 euros.
En tercer lugar, se eliminan del mercado los cigarrillos electrónicos de un solo uso, los desechables. Estos dispositivos, ha defendido la ministra, se han convertido en los más atractivos para los jóvenes y son especialmente dañinos para el medio ambiente por los residuos que generan. «Son tóxicos con sabor a fresa», ha manifestado Mónica García.
Impulso de los programas contra el tabaquismo
El cuarto pilar de la reforma es la puesta en marcha del Observatorio para la Prevención del Tabaquismo, un espacio de trabajo conjunto del Gobierno, las comunidades autónomas, las sociedades científicas y la sociedad civil para promover iniciativas, programas y actividades en favor del cumplimiento de la ley. Además, fijará metas claras en la reducción del consumo del tabaco, elaborará cada dos años un informe sobre la aplicación y los resultados de la norma y contribuirá a coordinar la labor de las administraciones que son competentes en la comercialización y el consumo del tabaco.
Por último, el anteproyecto promueve los programas de prevención, de educación y de cesación tabáquica desde la red sanitaria. «Queremos seguir impulsando desde nuestra atención primaria que la gente que quiera dejar de fumar pueda hacerlo a través de nuestro Sistema Nacional de Salud», ha indicado Mónica García.

La ministra ha reiterado el compromiso del Ejecutivo con la salud pública por encima de los intereses comerciales. «Esta es la verdadera libertad, la de poder respirar aire limpio, la de trabajar sin poner en riesgo la salud, la de disfrutar del ocio sin tragar humo y la de vivir más y mejor», ha concluido.