Antonio Verdegay Flores
- Directora de Asuntos Legales y RRII de la innovadora Vellsam, también es consejera del Consejo Social de la UAL
- Considera que “habrá un cambio legislativo en los próximos años en la UE para simplificar la burocracia”
- Reconoce que es gratificante formar parte del Consejo Social y “contribuir a conectar la Universidad con las demandas de la sociedad”
María del Rocío Fernández Zamora lo tenía claro. Se fue a Madrid a estudiar Derecho y Finanzas, pero, en cuanto terminó, regresó de inmediato a Almería, a trabajar en la empresa familiar, Vellsam, donde le han inculcado los valores del esfuerzo, el compromiso con la tierra y la sostenibilidad. En esta compañía dedicada a la investigación, diseño y producción de soluciones biotecnológicas para la agricultura ejerce como directora de Asuntos Legales y Relaciones Institucionales. “Lo que más me gusta es lo variado y dinámico de mi trabajo, que me exige estar muy al día. En una jornada puedo estar organizando un proyecto, al día siguiente gestionando el registro de una marca y al otro preparando una junta general. Es una labor de abogado muy especial”, explica Rocío Fernández Zamora. Desde 2024 compatibiliza esta labor con la de consejera del Consejo Social de la UAL.
En el plano legislativo, la agricultura depende de las normas que emanan de la Unión Europea. En esta línea, Rocío Fernández Zamora asegura que “hay una sobreproducción normativa de la UE en materia económica, especialmente en relación con la industria; cuesta mucho a las empresas pequeñas y medianas estar atentas a ellas, entenderlas y poder aplicarlas, a la vez que atendemos a los retos propios de la economía y los mercados, y se está viendo que la industria europea está perdiendo competitividad por esta causa”. Por eso, anuncia que “ahora mismo hay un pacto europeo de las empresas de los distintos sectores para que se revise, porque son demasiados requisitos para cualquier tema, por ejemplo, para solicitar una ayuda europea, y estamos dedicando mucho esfuerzo y personal a temas burocráticos y desplazándolo de cuestiones más técnicas como el desarrollo de producto y la innovación”. Por eso, afirma que “yo creo que habrá un cambio muy interesante en los próximos años en el marco legislativo de la Unión Europa para simplificar la burocracia”.
En cuanto al futuro del sector agrícola, Rocío Fernández Zamora visualiza dos cuestiones a tener en cuenta. En primer lugar, considera que hace falta mayor apoyo institucional y protección a las empresas españolas. “Se está produciendo la entrada de empresas extranjeras que compran o se incorporan al accionariado de empresas españolas, tanto en la agricultura como en muchos otros sectores estratégicos, y creo que tenemos que proteger la industria española, para que no caiga en manos extranjeras y perdamos nuestra identidad y capacidad de responder a cualquier necesidad del país”. Y, un segundo aspecto, también importante, el cambio generacional de las explotaciones agrícolas. “Tenemos que luchar para que los jóvenes se queden en las explotaciones agrícolas y entiendan todo lo bueno que el sector primario les puede aportar”, reflexiona Rocío Fernández.
El escaso tiempo que le deja la empresa, el Consejo Social y la familia, lo dedica a la política, dentro del organigrama del PSOE. Rocío explica que “vengo de familia de políticos, y estoy influenciada por lo que he vivido. Mi abuelo fue uno de los primeros diputados de Almería en la Legislatura Constituyente (algo que se puede visualizar en la sala de reuniones de Vellsam donde se expone un ejemplar de la Constitución que entregaron a cada diputado). Pero mi presencia en la política es muy romántica. Yo creo en una política que ayuda, que permite hacer sociedades mejores. Me gusta la política entendida como un servicio a la ciudadanía y que contribuya a hacer crecer la sociedad de forma sostenible”.
Forma parte del Consejo Social de la UAL como consejera desde abril 2024, como representante social por el Parlamento de Andalucía a propuesta del PSOE. “Es un privilegio, me permite integrarme en una institución que ayudará a formar a la sociedad del futuro. El papel del Consejo Social de la UAL es esencial y estratégico, la sociedad tiene que estar con la universidad”. En esta línea, Rocío Fernández considera que “es fundamental que los estudiantes entiendan qué les pedirán las empresas, y que sepan que, además de los conocimientos que se adquieren con la titulación, deben incorporar durante su vida universitaria herramientas y habilidades. Es muy gratificante contribuir a conectar la Universidad con las demandas de la sociedad actual y de futuro”.


Mientras conversa, camina por Vellsam, una ilusión de sus padres con la que comulga, y a la que quiere hacer crecer en los valores de la sostenibilidad, el gran propósito de la empresa familiar. Un espacio rodeado de olivos, en Tabernas, mientras lo compatibiliza con su compromiso con el Consejo Social de la UAL y sus ideales políticos.








