Antonio Verdegay Flores
- El documento, leído en las ocho provincias andaluzas, ofrece una hoja de ruta para una Atención Primaria sostenible, cercana y centrada en las personas
La Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria (ASANEC), presidida por María Dolores Ruiz, ha presentado hoy un Manifiesto con motivo del Día Internacional de la Enfermería Comunitaria, que se celebra cada 26 de noviembre. El documento ha sido leído en centros públicos de salud de las ocho provincias andaluzas y difundido entre profesionales, organizaciones sanitarias y ciudadanía.
ASANEC subraya en este manifiesto la importancia de la Enfermería Familiar y Comunitaria (EFyC) como un pilar fundamental del sistema sanitario andaluz. Estas profesionales trabajan allí donde discurre la vida diaria de las personas, no sólo en los centros de salud, sino también en las casas, los centros educativos, los barrios, las asociaciones y otros espacios comunitarios- “acompañando a las familias en todas las etapas de la vida con cuidados personalizados, accesibles, basados en la evidencia y culturalmente adaptados. Su presencia continua contribuye a prevenir enfermedades, evitar ingresos, controlar patologías crónicas y promover la cohesión social y la salud de las comunidades”.
El Manifiesto plantea una visión amplia y realista de los retos del sistema sanitario andaluz, desde la perspectiva de la enfermería familiar y comunitaria, comenzando por la necesidad de fortalecer la Atención Primaria con una apuesta estratégica y sostenida en el tiempo. Para ASANEC, es imprescindible “dotar de más recursos, aumentar plantillas y situar a la enfermería familiar y comunitaria en el centro de la planificación sanitaria” si se quiere responder eficazmente a las necesidades de la población, especialmente de los colectivos más vulnerables. La Asociación recuerda que “una Atención Primaria sólida es clave para garantizar un sistema sanitario sostenible y eficiente, en el que la enfermería familiar y comunitaria actúa como puerta de entrada de la ciudadanía, asegurando continuidad de cuidados, seguimiento y una intervención integral que favorece la equidad y reduce desigualdades”.
El documento también pone de relieve que la prevención y la promoción de la salud deben ocupar un lugar prioritario en la acción sanitaria. Los programas en los que intervienen las enfermerías familiares, como la vacunación, los cribados, las visitas domiciliarias, las escuelas de pacientes o las intervenciones grupales en centros educativos y asociaciones, “han demostrado mejorar la calidad de vida, disminuir la carga de enfermedad y reducir el coste sanitario a medio y largo plazo. Para que estas intervenciones sean eficaces, ASANEC advierte de la necesidad de dotar a las enfermeras comunitarias de “estructuras, tiempo y condiciones laborales que permitan desarrollar su labor con estabilidad, calidad y continuidad”, especialmente en el abordaje de la cronicidad, la soledad no deseada y el envejecimiento poblacional.
Presencia en los órganos de decisión
El Manifiesto incide en que las enfermeras familiares y comunitarias de Atención Primaria deben tener presencia real y efectiva en los espacios de planificación, toma de decisiones y gestión del sistema sanitario. “Su conocimiento del territorio, de los determinantes sociales y de las dinámicas comunitarias aporta una visión única que, como ocurre en otros países de nuestro entorno, debe ser reconocida y aprovechada”.
Otra de las líneas fundamentales del documento es la implantación plena de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria en toda Andalucía. ASANEC defiende que “todas las unidades de Atención Primaria necesitan enfermeras especialistas en EFyC para garantizar en la actividad asistencial el acceso equitativo a cuidados avanzados, equitativos y basados en evidencia”. También en otros espacios clave de la comunidad, trabajando coordinadamente con el resto del equipo de salud y con recursos locales que contribuyen al bienestar de la población. La asociación subraya también su compromiso para “seguir impulsando la investigación, capacitación y espacios de intercambio profesional que fortalezcan el liderazgo de las enfermeras en la acción comunitaria”.
Finalmente, ASANEC destaca que el desarrollo de la especialidad y la mejora de la Atención Primaria requieren unidad profesional y compromiso colectivo. “La firma de la Declaración de Granada junto a SATSE, CSIF, CCOO y UGT marca un antes y un después en la defensa de la especialidad en Andalucía” y refuerza el compromiso de avanzar conjuntamente para consolidar una enfermería comunitaria fuerte, reconocida y con capacidad real de transformar la salud de la ciudadanía.
Con este manifiesto, ASANEC reafirma su voluntad de seguir trabajando con las Administración sanitaria, los profesionales y la sociedad para construir una Atención Primaria moderna, humana, equitativa y sostenible, en la que la Enfermería Familiar y Comunitaria tenga el papel protagonista que la realidad de las personas ya le otorga cada día.
