El alcalde le entrega un reconocimiento por llevar a Carboneras en el corazón y regresar a su tierra siempre que ha podido
El Ayuntamiento de Carboneras ha rendido un emotivo homenaje a Sebastián Aguado López, que acaba de cumplir 100 años, en un acto celebrado en el Salón de Plenos y presidido por el alcalde, Salvador Hernández, y la concejala de Turismo, Juana García. Acompañado por familiares y allegados, el centenario carbonero ha recibido un reconocimiento institucional que celebra “una vida ejemplar, marcada por el sacrificio en la mar, la dedicación a su familia y el amor a su tierra”.
El alcalde ha destacado que “homenajes como el de hoy nos acercan a la grandeza de los carboneros de una generación que luchó mucho y que han tenido como eje de sus vidas el esfuerzo, la humildad y la profunda dedicación a sus familias”. Asimismo, ha puesto en valor la fortaleza y el carácter de Sebastián Aguado, “que llega a los 100 años siendo parte fundamental de su familia y una referencia ya también para sus bisnietos”.
De Carboneras, según palabras del homenajeado, “me gusta todo y todo lo echo de menos”. “Soy de aquí y si pudiera venirme solo desde Cartagena, vendría mucho más”, ha asegurado.
Vida de mar y emigración
Nacido el 24 de noviembre de 1925 en Carboneras, Sebastián Aguado comenzó desde muy niño una vida marcada por la emigración y el trabajo en la mar. Primero viajó con sus padres a Francia, y más tarde residiría en Barcelona.
Trabajó en las almadrabas de Tánger y Algeciras, entre otras, y dentro de su trayectoria en la mar, recorrió el Mediterráneo, Canarias o Portugal. Aquellos años embarcado le llevaron a diferentes lugares, pero siempre mantuvo a Carboneras en el pensamiento.
Fijó su residencia en el barrio marinero de Santa Lucía (Cartagena), en el que hay profundas raíces carboneras. Allí formó una familia en la que su esposa sostenía el hogar y cuidaba de sus tres hijos mientras él pasaba largas temporadas embarcado. “Cuando volvía, aquello era una fiesta”, recordaba su familia en el reconocimiento, al igual que cuando volvían en verano y para las Fiestas de San Antonio de Padua a su Carboneras natal.

Muy querido
El acto ha hecho repaso de la trayectoria vital de un hombre descrito por los suyos como “un 10 como padre, abuelo y bisabuelo”, dotado de “buen humor, bondad y compañerismo”. Además de la placa de reconocimiento, el centenario podrá tener más cerca la imagen de Carboneras y de la Isla de San Andrés con el regalo de una fotografía por parte del Ayuntamiento en la que el mar Mediterráneo, que une Carboneras y Cartagena, tiene un protagonismo tan destacado como el que siempre ha tenido a lo largo de su vida.







