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Especialistas en telescopios robóticos de 26 países se reúnen en Almería en un congreso

La UAL, junto al Instituto de Astrofísica de Andalucía y el Observatorio de Calar Alto, organizan el encuentro científico, con más de cien expertos. Los telescopios robóticos permiten estudiar, sin casi intervención humana, desde objetos del Sistema Solar hasta núcleos galácticos

La Universidad de Almería, junto con el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y el Observatorio Astronómico de Calar Alto, organizan un congreso internacional sobre telescopios robóticos autónomos que se celebra desde este lunes en el Hotel Barceló Cabo de Gata en El Toyo (Almería).

Este octavo congreso del Workshop Observatorios Robóticos Autónomos, que sigue la estela de los celebrados en 2009, 2011, 2013, 2015, 2019 y 2023 en Torremolinos (Málaga) -el de 2017 se celebró en Mazagón (Huelva)- se ha convertido en el congreso de referencia de dicho campo, y reúne, hasta el viernes, a más de 100 expertos en el desarrollo y uso de telescopios robóticos, una tecnología que permite realizar observaciones en áreas muy diversas de la Astrofísica sin apenas intervención humana.

La reunión surge con el objetivo de consolidar un foro internacional donde compartir las ideas y avances más recientes en el campo, con especial énfasis en los resultados científicos y técnicos de los últimos dos años. Durante el congreso, se celebrarán 55 ponencias.

Alberto J. Castro-Tirado, profesor de investigación del Instituto de Astrofísica de Andalucía es el  presidente del comité científico organizador del congreso, que ha contado con José Ángel Ramos Cuadra, de la Universidad de Almería, como presidente del comité organizador local.

Castro apunta que «muchos campos de la Astrofísica se están beneficiando de este tipo de desarrollos, que permiten instalar telescopios en lugares remotos como la Antártida».

La astronomía robótica es la implementación de la computación a los observatorios de tal forma que los telescopios pueden hacer observaciones del cielo por sí solos sin necesidad de tener a un astrónomo detrás. “Es una forma de que las observaciones sean más optimizadas y los astrónomos podamos tener una vida más normal”.

Castro-Tirado es responsable de la red de telescopios robóticos BOOTES, que cuenta con dos observatorios en Andalucía (uno de ellos en el IHSM/UMA-CSIC ‘La Mayora’ en Algarrobo-Costa) y cinco fuera de España (Nueva Zelanda, China, México, Sudáfrica y Chile), red con la España se convirtió este año en el primer país en desplegar una red global en todos los continentes.

“Esperamos que este congreso sirva para presentar los últimos avances en la robotización de los observatorios astronómicos, también de los análisis de imágenes (muy rápidos y casi sin intervención humana) y la implementación artificial de algunos procesos. Y que los lazos que cada dos años mantenemos aquí sigan fructificando. Venimos a mostrar los avances que cada uno ha hecho en su parcela, sea de ciencia o tecnología, y a compartirlos y a ayudarnos”.

Los telescopios robóticos están permitiendo que “se estén implementando observatorios astronómicos en lugares remotos donde es complicado que haya presencia humana estable como en la Antártida, que tiene uno de los ambientes más hostiles del planeta. Nos permite hacer observaciones astronómicas muy competitivas que serían muy difíciles de hacer si los humanos estuviéramos allí. Esto junto al procesado de los datos, que se pueden hacer casi sin intervención humana, nos está proporcionando muchas ventajas a la hora de lograr descubrimientos científicos de calado”.

La mencionada infraestructura del CSIC ilustra algunas ventajas de este tipo de telescopios, como por ejemplo para el estudio de explosiones de rayos gamma y de las ondas gravitacionales que se producen durante la fusión de una pareja de agujeros negros o de estrellas de neutrones en galaxias remotas. Así, los instrumentos se hallan en comunicación constante con satélites espaciales, que identifican en primer término el fenómeno a observar. Cuando los telescopios robóticos reciben la información apuntan directamente hacia él y realizan el seguimiento.

Dieciséis años después del taller inaugural en Málaga, los observatorios astronómicos robóticos y autónomos han logrado avances notables. El número global de instalaciones automatizadas ha crecido sustancialmente, junto con sus capacidades de robotización, autonomía e interconexión. Los avances logrados gracias a ellos han influido profundamente en diversas áreas de la astrofísica y más allá, incluyendo: la detección de bolas de fuego; estudios de planetas menores; búsquedas de exoplanetas; monitoreo de estrellas variables en la Galaxia; estudio de los núcleos galácticos activos; detección y monitoreo de supernovas; seguimiento rápido de transitorios de alta energía como explosiones de rayos gamma y contrapartes electromagnéticas de los neutrinos y las ondas gravitacionales

El workshop también destacará la creciente importancia de la vigilancia y el seguimiento de los desechos espaciales, la observación de objetos cercanos a la Tierra, el papel de los observatorios robóticos en la divulgación y la educación públicas, y sus contribuciones a la ciencia abierta. En definitiva, un programa dinámico que aborde temas científicos, técnicos, educativos y de divulgación.

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