Patricia Lopez Rojas
El municipio de Huércal-Overa tuvo el pasado sábado una cita con las tradiciones con la celebración de la Noche de las Lumbres, una noche en la que se rememora la Historia del municipio, conmemorando el traslado del Santísimo a la Iglesia Parroquial de Huércal-Overa, desde su antiguo emplazamiento en la carretera Nacional hasta el actual en pleno centro de la localidad en el año 1.739. Este año se celebraba el 286 aniversario del traslado del Templo Parroquial.
La tradición comenzó con la Santa Misa tras la que se sucedió la procesión con el Santísimo a la que acompañaron un numeroso grupo de vecinos, entre los que se encontraban el alcalde, Domingo Fernández, y concejales de la Corporación Municipal. Realizando el recorrido que se hizo en su día desde la antigua ermita a la actual Iglesia. Los vecinos portaban velas y al paso de la procesión se fueron encendiendo lumbres por las calles, rememorando así lo que hicieron los antepasados ya que antiguamente no había electricidad y por ese motivo se tuvieron que encender lumbres por las calles para acompañar al Santísimo en el recorrido del traslado.
Parada en el altar instalado en la Carretera en el emplazamiento en donde se encontraba el antiguo Templo y donde hubo momento para el rezo por parte del Párroco Francisco Jerónimo Ruiz, acompañados de una multitud de vecinos.
Al paso de la procesión se fueron encendiendo candelas y lumbres en la Plaza de Abastos, Plaza Obispo Ginés G. Beltrán, y en las Glorietas. El acompañamiento musical corrió a cargo de la Asociación Musical Martín Alonso.




Además Manos Unidas Huércal-Overa instaló una barra con tapas y bebidas en la Plaza de la Constitución, con el objetivo de recaudar fondos para la causa.