Francisco Lirola Martín
Las calles de Dalías se han visto este año nuevamente colmadas de magia, emoción e ilusión gracias a la tradicional Cabalgata de Reyes, que ha recorrido el municipio este 5 de enero, haciendo las delicias de pequeños y grandes. A lo largo de la jornada, la alegría de la festividad ha envuelto a todos los asistentes, con un despliegue de actividades y sorpresas que han dejado una huella imborrable en los vecinos.
La tarde comenzaba con la visita a la Residencia de Mayores de la localidad donde entregaron sus regalos entre los residentes, que recibían la regia llegada con sonrisas y palmas al son de villancicos. La visita de sus Majestades continuaba con el paso por las calles y plazas de las cuatro carrozas iluminadas y decoradas con alegorías navideñas que evocaron el espíritu de la Navidad y de la llegada de los Reyes Magos. Estas carrozas, que deslumbraron con sus luces y colorido, fueron el principal atractivo visual de la cabalgata. Sus diseños, inspirados en la estrella de Belén y los elementos más característicos de la Navidad, hicieron que el desfile fuera aún más espectacular.
Uno de los momentos más esperados de la jornada fue, sin duda, la lluvia de caramelos que siguió al paso de las carrozas. Durante el recorrido, un total de 500 kg de caramelos fueron lanzados al público, un gesto que contagió de alegría a los niños y a los más mayores, quienes se agruparon a lo largo de las calles para recoger sus golosinas.
La banda de música de la AMCD (Asociación Musico-Cultural Daliense) fue otro de los elementos fundamentales que acompañaron la cabalgata. Su interpretación de temas festivos y tradicionales llenó el ambiente de ritmo y entusiasmo, añadiendo una capa extra de emoción al desfile y contagiando a todos con el carácter festivo de la noche.
El pasacalles de muñecos de luces y mariposas, otra de las sorpresas de la cabalgata, fue un éxito rotundo entre los asistentes. Estos vistosos y divertidos muñecos iluminados recorrieron las calles de Dalías, creando una atmósfera mágica que hizo que la cabalgata tuviera un aire único. La participación de estos personajes en el recorrido hizo que la festividad fuera aún más especial.
Como es tradición, el punto culminante de la noche tuvo lugar en el Santuario del Cristo de la Luz, donde los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, llegaron para adorar al Niño Jesús. Este emotivo acto, lleno de devoción y recogimiento, se llevó a cabo en un ambiente lleno de espiritualidad que recordó el verdadero significado de la festividad.
El alcalde de Dalías, Francisco Lirola, fue el encargado de recibir a los Reyes Magos en la escalinata del templo, un momento que suscitó la emoción de los presentes. Lirola, también emocionado, dio la bienvenida a los monarcas de Oriente, agradeciendo su visita al municipio “trayendo ilusión y mucha alegría a nuestras casas”. Tuvo un recuerdo para los más perjudicados por la DANA, “con los que el pueblo de Dalías ha mostrado su solidaridad durante estos meses, pidiendo que las ayudas se mantengan para que 2025 sea un año pleno de salud, bienestar y prosperidad para todos, deseando a todos los dalienses un feliz y próspero Año Nuevo”.
Los Reyes Magos también visitaron Celín
Y en la mañana del día 6, sus Majestades y los pajes que le acompañaban, descansaron en Celín de una intensa noche de trabajo, recibiendo a los niños y niñas que orgullosos le enseñaban sus regalos, con la colaboración de la Peña Culo Verde, y se fotografiaban con ellos. Y aunque la lluvia impidió el desfile en su carroza, hubo ocasión de compartir con todos los asistentes un chocolate caliente y unos bollos de azúcar preparados por el Ayuntamiento, con los que recobraron sus fuerzas antes de regresar al Oriente.
La Cabalgata de Reyes de Dalías ha sido un evento cargado de momentos especiales, que no solo ha dejado una estampa llena de luz y color en el municipio, sino que también ha fomentado el espíritu de comunidad, unión y tradición entre los vecinos. Sin duda, una jornada para recordar y una celebración que continuará siendo el centro de las ilusiones de los dalienses cada año.