El primer obelisco de la Avenida Federico García Lorca ha sido punto de encuentro de esta cita consolidada en el domingo de las fiestas patronales
La Feria de Almería tiene numerosos ingredientes cada día para hacer un menú variado y al gusto de todas las aficiones. Desde hace casi treinta años y consolidado en los últimos tiempos en el domingo de Feria, una de las citas clásicas es la doble concentración de motos antiguas y ‘Ducati’ que esta mañana se han expuesto durante casi tres horas alrededor de la fuente del primer obelisco de la Avenida Federico García Lorca, en la intersección con la calle Santos Zárate. Una convocatoria incluida dentro de la programación especial de Feria que coordina el Área de Cultura, Tradiciones y Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Almería.
Desde las 10 de la mañana y hasta pasadas las doce del mediodía han sido cientos las personas que han visto como ‘la galería’ de estas piezas de museo del motor rodantes ha ido afilándose para dar como resultado final unas estampas de colorida belleza y sumo cuidado, para que las motos sigan con la misma vitalidad y vigor que en sus comienzos.
Los móviles han hecho su trabajo y más de un visitante se ha llevado como recuerdo una instantánea junto a las motos que más les ha llamado la atención desde Vespa a sidecar, pasando por Yamaha, Honda, Bultaco, Montesa y una lista de modelos distintos apasionante para todos los expertos en la materia.
El Club Amigos de la Moto Antigua y el Club de Ducati han lucido así sus mejores galas y han emprendido una marcha conjunta por varias calles de la ciudad, llamando la atención de viandantes y de personas que se encontraban en la Feria del Mediodía.
El motor también participa de manera activa en la Feria de Almería con diferentes rutas y exposiciones de diferentes vehículos, habitualmente clásicos, que sus dueños cuidan con esmero y en estas fechas quieren compartir con todos los almerienses y turistas. Así lo harán de nuevo el sábado, 30 de agosto, en el tramo final del Paseo con la exposición de Mini y 600.







Seguro que el año que viene los motores volverán a rugir y a brindar por un nuevo encuentro en la Feria de Almería y en el corazón de la ciudad.